El regalo más grande

Querida alma gemela: 

Hoy ha sido el último día de clase antes de las vacaciones de Semana Santa, y por primera vez en 14 años me ha dado pena.

Me he dado cuenta de que el colegio es mi segunda casa. Con cosas malas pero tambien buenas.

Mañana voy a echar de menos el recreo. Te voy a echar de menos a ti. Porque estoy contando los días para volver a verte. Porque aún sigo con ese miedo de dejar de quererte, pero intento ser fuerte, y voy a intentar estos 9 días sin ti, ser feliz. Porque hay que vivir el momento y porque me consuela saber que voy a volver a verte. Voy a volver a mirarte a los ojos, A verte reir. Mientras, me alimentaré de tus fotos y de la música que inevitablemente me obliga a pensar en ti, y en algunas ocasiones, a derramar lágrimas.

Esto que me sucede, sé que no solo es a mi, pero cada persona lo vive de diferente manera, y le afecta de  diferente manera.

No he podido despedirme porque, básicamente dudo que sepas que existo, pero me despido ahora.

9 días que se harán eternos, pero al fin y al cabo, son solo 9 días.

Es ley de Murphy que no faltes ningún día a clase y justo lo hagas hoy. No te he visto en el recreo y al salir de clase tampoco. Te he buscado entre la gente, entre el humo de los cigarros de éstos, entre este calor irritante, y no te he visto. Bueno, un día más, no es grave...

Lo único que espero es que cuando te vuelva a ver, sienta lo mismo que siento. Quiero que sigas siendo mi razón para ser feliz, aunque sea imposible que estemos juntos.

En dos días cumplo 15 años, tú serías el regalo más grande, pero a lo que puedo aspirar es a seguir queriéndote, que no es poco.