viernes, 17 de junio de 2011

Los días más felices de mi vida.

Querida alma gemela:
4 meses. 4 meses increibles.
Hace 4 meses que te conocí, y aunque no haya podido estar junto a ti, han sido los más felices de mi vida.

Algunos días buenos, otros malos, pero siempre he tenido la seguridad de que, cada mañana, al despertar, tirar de la sábana iba a merecer la pena.

La vida le pone a uno en situaciones difíciles, y las he tenido, pero se han suavizado gracias a ti.
En febrero, te miré por primera vez con ojos diferentes, con unos ojos que pronto comenzarían a brillar.
Y sin pensar donde iba a llegar con esta "tontería", aquí estamos, en junio, a unos simples días de las vacaciones.
Y son 82 días. Parece una broma. Y cada vez que pienso en que no voy a verte cada mañana, no poder mirar tus ojos, tu pelo, tu manera de caminar, saber que no va a haber NADA que me haga levantar de la cama, NADA, siento que la vida se ha acabado para mi.

Quizas sea una bobada pero aún tengo la idea en la cabeza de tener un candado. Lo guardaría bajo llave hasta el día que quisieras que los abriésemos. Grabaríamos nuestros nombres en él, iríamos a un puente lejano y allí haríamos inmortal nuesto amor.
Te pediría que te casases conmigo, y eso que yo no soy muy amiga de las bodas, pero ¿qué demosios? Te amo, y ahora siento que quiero pasar el resto de mi vida junto a tí.
Que quiero que seas lo primero que vea cada mañana. Quiero que, al despertar, tú estés junto a mi. Quiero que, al dormir, tú estés junto a mi. Quiero que paseemos por una isla desierta, que conquistemos la Luna, los planetas, el Sol; que hiciésemos del universo un lugar nuestro. Un lugar perfecto.

Solo necesito que me digas "sí". Porque cada vez que te miro con aparente indiferencia, siento todo ésto. Siento que quiero todo contigo. Quiero compartir todo contigo, porque te he encontrado, esa es el único motivo. He encontrado la flor entre mis ramas secas, la tranquilidad entre mis absurdas inquietudes, el rayo de Sol entre mis nubes, la sonrisa entre mi tristeza. Eso se resume en una palabra: TÚ.

Ahora sé por qué existe la vida. La vida existe para amar. Sólo para eso, que no es poco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario