lunes, 4 de julio de 2011

Mi almohada, fiel saco de lágrmas.

Querida alma gemela:

Necesito deshagogarme, porque sino voy a explotar. Explotar porque no puedo más, porque me siento presa, presa del tiempo. Perdida, sin rumbo. Necesito volver a encontrar mi camino, pero no lo encuentro, ya que este está bastante lejos de mi.

Ahora me encuentro agobiada, encerrada entre cuatro paredes que no me dicen nada. Necesito inpiración, necesito sonreir, saber que tengo motivos para hacerlo.
Quizás lo único que puedo hacer esperar. Quizás esto sea normal, estos insufribles cambios de humor, esta tristeza. Me siento incomprendida y no existe nadie a mi alrededor que me pueda entender. Por eso te lo cuento a tí, alma gemela.

La última vez que te vi ha sido hace 5 días, 5 escasos días. Tengo miedo porque no sé si sobreviviré otros setenta y algo.
Alguien me enseñó a permanecer fuerte "Stay Strong", alguien que ha cambiado mi vida, alguien que me ha enseñado a luchar y a no rendirme. Alguien a quien probablemente le deba muchas cosas.
Y es una motivación, pero veo que todo ésto me supera.
Ojalá pudiese ausentarme de éste mundo. Ojalá de pronto te encontarse a mi lado, abrazándome, tranquilizándome. Ojalá pudiese sonreir como lo hacía cada día que te veía. Ojalá volviese a ilusionarme.
Pero todos esos sentimientos ahora estás dañados. Yo estoy dañada, y tú eres mi única medicina.
Supongo que descargo por las noches, derramándo lágrimas.En mi almohada están todas, guardadas y lo mejor será que no me delaten.

No hay comentarios:

Publicar un comentario